Me faltan tres días para partir y me
es imposible ocultar los nervios delante de mi mujer y mi pequeña. No es que
esté nervioso porque esta aventura pueda quedar mal, eso es algo que no me
atrevo a aventurar, sino porque no sé cuánto tiempo va a pasar desde que me
vaya hasta que las vuelva a tener conmigo, pero es algo por lo que muchos han
pasado y, en parte, eso da más fuerza para emprender el viaje, porque si otros
lo han conseguido, ¿por qué yo no?
De
todos modos, es hora de hacer la maleta y os quiero contar cómo me voy a
organizar para tratar de hacerlo lo mejor posible, y si observáis que me falta
algo, antes de que salga, agradezco que me lo hagáis saber para echarlo en la
maleta.
La idea es hacer dos maletas pequeñas, una para la ropa de trabajo y otra para la ropa de calle y no quiero que sean grandes, así que he escogido las dos maletas más pequeñas que tenía por casa. Ahora sólo falta llenarlas con la ropa adecuada.
La idea es hacer dos maletas pequeñas, una para la ropa de trabajo y otra para la ropa de calle y no quiero que sean grandes, así que he escogido las dos maletas más pequeñas que tenía por casa. Ahora sólo falta llenarlas con la ropa adecuada.
También me llevaré un par de cojines,
que seguro que me vendrán de perlas para poder acomodarme lo mejor posible en
mi coche, que es más bien pequeño, así que ya veremos si no termino con una tortícolis
de infarto. También debería echarme un saco de dormir, pero no tengo, así que
aquí toca decidir qué hago, y tengo que hacerlo rápido, porque el tiempo se
acaba. Una de las opciones para no invertir más dinero en esta aventura es llevarme
un edredón y un juego de sábanas para poder hacerme la “cama” cuando toque
dormir. También necesitaré un camping gas, y de eso sí que no me libra nadie de
comprar uno antes de salir. Y, si puede ser, al mismo tiempo que compro el
camping gas en Decathlon, daré una vuelta sin entretenerme demasiado en buscar
algo que pueda acoplar en mi coche, cuando eche los asientos para delante, y me
sirva de colchón.
Otro aspecto importante en el que he
pensado bastante, es en la higiene. ¿Cómo hago para asearme? Bueno, he considerado
que me vendría bien llevar un par de garrafas vacías, de esas de 8 litros que
compras en el súper, para llenarlas allí en cualquier fuente que esté
permitido. Al menos, me podré lavar la cara por las mañanas, afeitarme, y
lavarme los pies y los sobaquines por
la noche. Aún así, trataré de buscar un lugar donde poder ducharme
tranquilamente y que sea económico, sé que en las áreas de servicio hay duchas
para los camioneros.
Adonde voy, Rivesaltes, es un pueblo de unos diez mil habitantes, no es
un pueblo grande, pero no voy allí por eso, voy allí porque creo que es la zona
idónea para intentar sacar algunos jornales en la vendimia. Y en la vendimia sí
que no me pilla el toro, porque experiencia tengo, así que también echaré una
faja y unos pastillas para paliar los dolores musculares, porque en la
vendimia, los riñones, sufren.
Mi compañero, un chico que he conocido a
través del foro Españoles en Francia de facebook, me preguntó en una de sus
llamadas telefónicas qué iba a hacer yo para llevarme el dinero. Entonces le
dije que me llevaría una tarjeta que he solicitado al banco y el suficiente efectivo
para el viaje. Sé que los bancos cobran
una comisión por sacar dinero de otros cajeros, pero creo que es mejor pagar un
poco que arriesgarme a que me abran el coche y me dejen sin un duro. O que me
lo lleve todo encima y lo pierda. Y por eso he decidido llevarme 300 euros en
efectivo, que tengo más que de sobras para el viaje y los primeros días, y los
650 restantes los tendré en mi tarjeta de débito.
¡Ah! Y otra cosa que casi se me olvida
mencionar: Un libro para aprender francés, concretamente, el Assimil, edición
que he valorado como muy positiva porque las lecciones son cortas y concisas. Además
de que todo lo que lees en el libro, lo puedes escuchar si consigues el audio
de esa edición. Los audios los he metido en el móvil.
Y creo que no llevaré nada más, aunque
seguramente se me olvidan algunas cosas y otras de las que me lleve no me
sirvan para nada. Así que, cuando llegue el momento, ya crearé una entrada más
precisa sobre qué hay que llevar para emprender una aventura similar.
Si tenéis alguna sugerencia más,
encantado de recibirla. Y ahora, a disfrutar el tiempo que me queda con mi
familia hasta que me vuelva a reencontrar con ellos y, seguramente, la próxima
entrada ya la publique desde allí cuando consiga acceder a Internet, por lo que
puede pasar que un día meta varias entradas de golpe. Porque todos los días
escribiré, en libreta y con bolígrafo, pero escribiré.
2 comentarios:
Mucha suerte en esta nueva aventura.
Como tú dices, muchos han hecho lo mismo y han salido victoriosos. ¿Por qué no vas a ser tú uno de esos?
Yo llevo en Francia desde marzo de 2012.
Ánimos y a disfrutar de tu familia en estos días.
¡Espero que tengas suerte con tu aventura! Debe de ser muy duro tomar la decisión de partir de tu casa a un país extraño, todo con el loable objetivo de trabajar. Espero que tengas mucha suerte. Lo que sí que me gustaría es que nos pusieras en antecedentes. Ya que no quieres desvelar tu identidad, sería interesante saber qué te ha llevado a coger las maletas e irte a otro país sin tu familia en busca de un jornal. Sería interesantísimo.
¡Un fuerte abrazo!
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